¿Es tu voz adecuada para la venta?

Producimos sonido desde nuestro nacimiento pero la articulación de la palabra no llega hasta meses después. Se trata de una aprendizaje del que no tenemos recuerdo. Un día aprendimos a hablar sin más, sin que nadie nos enseñase. Por ese motivo, la mayoría de las personas no conocen la inmensa capacidad de su voz, nunca se han planteado si la voz que utilizan hoy día es su “mejor” voz o si pueden entrenarla para aumentar su eficacia y alcanzar una mejor comunicación.

Pues bien, tu voz no te ha tocado en un sorteo universal en el que has sido premiado o castigado. Tampoco has nacido con una voz que te acompañará el resto de tu vida. Y es más; la voz que utilizas hoy no es necesariamente tu “mejor” voz.

La mayoría de la gente habla mal, abusa de su órgano vocal y lastima su voz porque no ha aprendido a utilizarla de manera correcta. Casi todas las voces están cubiertas y enmascaradas por capas y capas de malos hábitos al hablar (estrés, mal uso de la respiración, tono inadecuado, mala postura corporal etc.). Por eso, es importante poner remedio a esos factores que dañan su calidad y eficacia y darle a tu voz dimensión, fuerza, vitalidad y confianza al hablar. 

 

¿Cómo es la voz de un buen orador? Una buena voz ha de ser agradable, natural, dinámica, expresiva y  fácil de entender. Si tu voz no tiene alguna o ninguna de estas cualidades en la actualidad no te deprimas, puedes entrenarla con técnicas bucales, respiratorias y emocionales, que te permitirán controlar la tonalidad, agudeza y anchura de tu voz. 

 

Te contaré una anécdota; últimamente he asistido a muchos networking y me he quedado sorprendida y horrorizada con lo que he oido y, sobre todo, con lo que no he oido ni entendido en estas reuniones.

Resulta que cuando una persona con miedo escénico se ve en la obligación de hablar en público habla rápido, no vocaliza y susurra al punto de resultar inaudible para el público. Al querer pasar desapercibida y terminar con su sufrimiento en la mayor brevedad posible el público ni oye ni entiende lo que dice. 

No miento cuando digo que en esta reuniones en las que la finalidad es darse a conocer frente a los demás participantes el 90% de las veces, casi la totalidad de ellas, no he podido oír ni entender a  qué se dedican los allí presentes, ni lo que ofrecen, ni en qué me pueden ayudar. Terrible. ¡¡El 90% de las veces!! Y te prometo que no tengo de problemas de audición. 

Para ser justa, he de decir que en estos casos el problema no es únicamente es la voz, también afectan la mala estructura en el discurso, el vocabulario fuera del ámbito del oyente, la falta de preparación del discurso etc.

A nadie le va a gusta hacer un esfuerzo para escuchar y recibir tu discurso. Así que si tú perteneces a este club del 90% ya puedes ponerte las pilas. Si no transmites seguridad y firmeza a tu audiencia con tu voz, no pretendas venderles nada. No lo conseguirás.

 

Te invito a ver este video del programa “Habla sin miedo Live” en el que un divertido sketch te muestra este fallo tan habitual en un networking https://lnkd.in/g9KMAN4



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