¿Sientes miedo al hablar en público?

Que hayas tenido una situación negativa en el pasado hablando en público no implica que tenga que ser siempre así.

 

Lo primero que tienes que hacer es pensar en lo qué pasó, pero no en el resultado, sino en tu actitud antes, durante y después del evento.

 

Normalmente nos dejamos influir por nuestras experiencias pasadas y las convertimos en nuestras referencias. Y en cierta medida es correcto, pero siempre y cuando aprendamos de ello.

 

Analizar y pensar sobre lo que salió mal te ayudará a aprender a corregir errores de cara al futuro. En lugar de dejar que estas experiencias te condicionen de forma negativa, que te sirvan de aprendizaje.

 

Hasta los conferenciantes más brillantes tuvieron sus inicios. Unos inicios marcados por la inseguridad y los nervios. Por el miedo al fracaso y al “qué dirán”.
Pero poco a poco y a medida que analizan sus fallos, van ganando en confianza.

 

La mejor forma de superar este miedo es exponerte a él. De esta forma, romperás esa barrera que te separa de lo que ahora te parece un abismo.

 

En muchas ocasiones tendemos a cometer estos errores:

✔  Subestimar nuestras propias capacidades.
✔  Sobredimensionar la probabilidad de cometer errores.
✔  Pensar que los demás se darán cuenta de todos nuestros síntomas de ansiedad.
✔  Sobrestimación de la probabilidad e intensidad de la crítica y el rechazo.
✔  Existencia de una atención selectiva hacia reacciones negativas de los demás y falta de atención a las reacciones positivas.
✔  Evaluación excesivamente negativa de nuestra actuación.
✔  Exageración de los errores.
✔  Recuerdo selectivo de las experiencias negativas.
✔  Atribución de los éxitos a factores externos.

 

No debemos olvidar que estos errores, como su propio nombre indica, son errores. Así pues, no te centres en ellos ni los conviertas en el centro de tu experiencia.

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