Escuche la historia de un padre que todas las noches, se sentaba al lado de la cama de su hijo de ocho años, para decirle cosas como: “eres mi campeón”, “eres mí super héroe favorito”, “mi Superman, “mi Spiderman”, “mi campeón”. Era como decirle en su idioma, que podría lograr lo que quisiera en la vida, que era tremendamente amado y que nada podía detenerle. Todas las noches, antes de acostarse, el hijo escuchaba todo lo que el padre le decía y esas eran las últimas palabras antes de dormir.
Un día el padre llegó más tarde a casa, por lo que el niño ya dormía y no pudo hacerlo. Sobre la media noche, estando en la cocina, se asomó la cabecita del niño por la puerta. El padre lo miró sorprendido y le preguntó: “hijo, ¿pero qué haces a estas horas despierto?”. A lo que el niño contestó: “papá es que no puedo dormir, hoy te has olvidado de decirme quién soy”.
Aprendí algo con esta historia. No sé si tienes hijos o no, pero si tú no le dices a tu hijo quien es, alguien más lo hará por ti. Y lo mismo ocurre con nosotros. Si tú no te dices quién eres, alguien lo hará por ti.
No dejes que los demás te definan. Tú eres tú. Ya eres. Nadie tiene que darte permiso de ser.
Si dejas que alguien te diga tus fallos, eso afectará a quién eres. Y por supuesto todos tenemos fallos, pero generalmente, todos somos enormemente exitosos. Enfócate en tus éxitos, no en tus fallos.
Si no te gusta lo que te dijeron en tu pasado o no te gusta incluso lo que te dices en el presente, aun estás a tiempo de re-programar esas frases con las que te vas ha identificar a partir de ahora. Dite quien eres con el audio subliminal “Habla sin miedo”.
Si aun no lo tienes, descárgalo de manera gratuita en este enlace:
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Te deseo lo mejor.
