Desata tu poder de persuasión

Los tiempos en los que bastaba con decir a la gente qué hacer y esperar a que lo hicieran han pasado. Ahora es imprescindible ir más allá: tenemos que vender nuestras ideas y nos las tienen que comprar.

 

Por eso, las clásicas técnicas de venta ya no sirven. El nuevo modelo de venta se basa en generar estados emocionales, vendiendo soluciones, certezas y reconocimiento. Si quieres mejorar tus resultados y disfrutar haciéndolo, piensa en la venta como una herramienta de ayudar a las personas, y a ti mismo.

 

Vender es ayudar a solucionar problemas.

 

Por eso, debes convertirte en alguien dispuesto a ayudar, alguien a quien merezca la pena comprar. De esta manera la venta surgirá de manera personal. Vender es asociar placer a comprar tu producto, placer de escuchar tus ideas, tus presentaciones, placer de estar en tu presencia. Los grandes vendedores son inductores de placer. Hacen presentaciones tan poderosas, tan irresistibles, tan seductoras que generan altos grados de placer en las mentes de sus clientes.

 

¿Y cómo se hace esto? Te preguntarás…

 

Lo primero que tiene que hacer es llamar la atención de tu cliente. Háblale de su problema para captar su interés e inmediatamente después, llénalo de esperanza. Píntale su escenario deseado. Un futuro en el que no exista ese problema que lo perturba.

 

Para pasar del punto A (Dolor) al punto B (Placer), la solución eres tú. Explícale cómo tú o tu producto vais a convertir su dolor en placer.

 

Si eres capaz de hacer presentaciones irresistibles con esta estructura de problema- solución venderás seguro.

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