CÓMO ESTAR DE PIÉ SOBRE EL ESCeNARIO

Una vez presenté un evento junto a un amigo como maestros de ceremonia.

En el primer ensayo de guión me dijo: “A ver, tú eres la actriz, ¿qué hacemos?” A lo que yo contesté: “Nos vamos a levantar, y lo primero que vamos a hacer es aprender a estar de pie en escena”.

El escenario causa mucho respeto.

Da igual que estés en un aula, en un auditorio o en la mesa de una sala de reuniones. Cuando te ves delante de un público que tiene los ojos puestos en ti, el espacio que te rodea parece pedirte a gritos que lo llenes. Y algo dentro de ti, te dice que si no lo haces, sino llenas todo ese espacio, el escenario acabará devorándote.

Estar de pie en escena no es tarea fácil. Algunos oradores se mueven demasiado. Otros en cambio no se mueven nada. Los primeros han perdido el control de su cuerpo y los segundos no quieren desplomarse delante de todo el mundo.

El “orador bailongo”, como yo lo denomino, es incapaz de estarse quieto en el escenario. Cambia continuamente de pierna de apoyo y se mueve de un sitio para otro sin ton ni son. No pisa firme.

En cambio, el “palo de escoba”, parece estar clavado en el suelo. Rígido e incapaz de articular movimiento. Da la impresión de ser una persona inflexible.

Estos oradores se sienten inseguros e incómodos en escena, ya que han perdido la confianza en su propio cuerpo. Lo que ambos necesitan es sentir que sus piernas les sostienen y que gracias a ellas se mantendrán de pie sin caerse.

Si tú también sientes que no eres dueño de tu cuerpo cuando estas en escena es necesario que trabajes la comodidad y la confianza de tu cuerpo.

¿Cómo?

Conectando con las sensaciones que llegan de los pies y las piernas. Lo que popularmente se conoce como “ tener los pies en la tierra.”

Se trata de andar y moverte sintiendo el contacto de los pies con el suelo. Cuando experimentas ese sostén, puedes dejar que tu cuerpo caiga sobre la mitad inferior del cuerpo. Solo así evitarás tensar la espalda, las cervicales, el vientre u otras partes del cuerpo.

Cuando eres capaz de mantener tu peso sobre tus piernas, la sensación de seguridad y tranquilidad aumenta.

Columna erguida, pecho fuera, mirada al frente, cuerpo enérgico y vigoroso; esta postura irradia seguridad y confianza y proporciona una gran libertad de actuación y movimiento.

Consejos para moverte por el escenario:

  • No camines por caminar. Los paseos dan sensación de inseguridad.
  • Si caminas que sea con un objetivo.
  • Cuando tomes la decisión de caminar dirígete a un lugar específico y muévete con determinación.
  • La longitud de los pasos no deben ser ni muy largos ni muy cortos.
  • Muévete a un ritmo normal, sin correr ni arrastrarte.
  • Mantén una respiración calmada mientras hablas.
  • Toma el centro del escenario. Aprópiate de él. No te detengas en el umbral, parecerá que quieres salir corriendo.

¿Y en tu caso? ¿Cómo percibes es espacio escénico?

  • ¿Lo percibes como cómplice de tu actuación o como un enemigo al acecho?
  • ¿Incluyes al espacio en la escena?
  • ¿Sientes que el espacio te hace más grande o más pequeño?

Déjame tus comentarios o tus preguntas para poder ayudarte en los próximos post.

 

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